sábado, 16 de marzo de 2013

Enigma


La historia de la máquina Enigma, resulta muy interesante ya que jugó un papel importante que definió el curso de la historia, y sobre todo de la segunda guerra mundial, creada en 1923 por el alemán Arthur Scherbius para cifrar y descifrar mensajes que tuvo un éxito inmediato ayudando en muchas victorias alemanas, sin embargo cuando el polaco Marian Rejewski logró descifrar sus mensajes ocultos, los alemanes perdieron batallas drásticamente y la máquina Enigma ya solo sirvió para guardarla en los museos.

La máquina Enigma consistía en aplicar el Cifrado de Vigenère que no es otra cosa que un algoritmo de sustitución de unas letras por otras, parecía una máquina de escribir y para el usuario era muy fácil su utilización aunque internamente su funcionamiento era más complicado. Contaba con teclas de un alfabeto de 26 caracteres y otro espacio para letras del mismo alfabeto que se iban iluminando, así pues el usuario tenía que teclear las letras del mensaje y anotar las letras iluminadas.

El código a usar se fijaba con las posiciones de unos cilindros internos, cada uno con 26 cables que se conectaban al teclado. El primer cilindro giraba un veintiseisavo de vuelta después de cada pulsación, de tal manera que la posición de las conexiones iba cambiando con cada entrada del teclado, obteniendo un cifrado polialfabético (con esto se evita que una letra del mensaje sea sustituida siempre por la misma letra). El segundo cilindro daba un giro cuando el primero había completado 26 giros y el tercero cuando el segundo había dado sus correspondientes 26. También se agregó la posibilidad de que los cilindros pudiesen ser intercambiados de posición, aumentando aún más el número de posibilidades y no solo eso, también contaba con 6 cables de conexión que permitían introducir modificaciones. 

El objetivo de los giros de los cilindros era que por ejemplo, si la primera vez que codificáramos la b obtenemos una A, el modificador gira y si volvemos a codificar la b obtendremos la C. la clave para cifrar él va en función de la posición inicial de los tres cilindros, si variamos la posición inicial de los cilindros el cifrado es totalmente diferente.

El mensaje cifrado llegaba al destino donde tenían otra máquina Enigma esperando con los cilindros puestos en la misma posición de partida que la máquina que lo generó, se introducía entonces el mensaje cifrado y gracias al reflector se reproducía el mensaje original.

Con todas las características que se mencionaron arriba, suena muy complicado el burlar este sistema de encriptado, muchos países consideraban que el código de Enigma era indescifrable, además, el ejército alemán cambiaba cada día el código a usar.  Hasta que Marian Rejewski fue capaz de descifrar el código gracias a unas máquinas denominadas bombas criptológicas que eran unas máquinas Enigma de procesamiento en paralelo y que buscaban las codificaciones posibles. Aunque se intentó mejorar la máquina Enigma agregando otro cilindro, fue derrotada por la máquina Colossus ideada por Alan Turing.

Pocos saben que esta fue una de las cosas que determinó la victoria de los aliados en la segunda guerra mundial, además representó un gran avance en cuestión de seguridad, y ahora contamos con sistemas de cifrado más seguros para así garantizar la confidencialidad de la información.

Referencias:






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